Día 9: Cómo recuperar las ganas de escribir
Los consejos que me ayudaron a seguir escribiendo.
Nota: soy millenial y me encantan los gifs, así que me disculpo de antemano por la cantidad de imágenes en movimiento que vas a ver aquí.
Desde que tenía apenas 7 años decidí ser escritora. No tenía ni idea de qué significaba realmente, solo sabía que me encantaba inventar historias y escribirlas en mi diario. El poder de una infancia difícil: no te sientes cómoda en el colegio y decides refugiarte en la literatura. Sí, la literatura salva vidas y salva la infancia de muchas personas cada año. Mi niñez hubiese sido extremadamente triste si no hubiera tenido libros y un cuaderno donde escribir.
Pero ese sueño de ser escritora fue apagándose a medida que pasaban los años.
Nadie pensaba que era una buena profesión porque no se ganaba dinero.
Nadie creía en mí ni me veía capaz de llegar a ser buena escritora.
Nadie me leía.
Nadie entendía mi ilusión.
De hecho les parecía raro que me apasionara tanto la literatura.
Perdí varios concursos literarios y eso fue un golpe muy grande para mí. Además, en la universidad empecé a leer a buenos autores, lo cual terminó de destruir mi autoestima, haciéndome abandonar la escritura por completo.
Pasaron diez años y aquí estoy, escribiendo. Me di cuenta de que realmente soy feliz haciéndolo y que ya no me importa lo que la gente piense, porque el proceso en sí es tan gratificante que merece la pena.
Ya está, la chispa se encendió pero ahora viene lo difícil: hay que saber mantenerla. Y escribir es un gran trabajo y debes tener perseverancia para ponerte a ello cada día, aunque no te apetezca y te consuma la duda y quieras destruir toda tu obra y no volver a escribir nunca más.
¿Cómo recuperar las ganas de escribir? Es cuestión de autodisciplina y motivación, pero como overthinkers nos viene bien que alguien nos de un pequeño empujón para seguir con nuestros proyectos. Y aquí te traigo algunos consejos para que te termines de convencer a ti misma que quieres escribir y que quieres dedicarte a ello.
1. Escribe tus ideas.
Cualquier escritora debe llevar un cuaderno y un bolígrafo, o al menos tener a mano la aplicación "Notas" del móvil. Es importante mantener un ritmo y escribir cada día, aunque sean cinco minutos y aunque lo que escribas no sea tan importante ni tan literario. En la universidad mejoré muchísimo mis habilidades de escritura gracias a los interminables trabajos que tenía que redactar. Y cuando terminé la universidad me sentí muy oxidada y por eso decidí empezar en Substack, para mantenerme en forma. No deberías infravalorar el poder de las ideas que van y vienen por tu cabeza de forma aleatoria, pues alguna de ellas se podría transformar en un cuento, un poema o una novela. Escribe todo lo que te inspire y guárdalo. Más tarde puedes releerlo y, aunque habrá cosas que te harán preguntarte "¿En qué estaba pensando cuando escribí esto?", siempre puedes encontrar una idea que se pueda seguir desarrollando hasta convertirse en un texto literario. Y esto me lleva a la segunda cuestión.
2. No todo lo que escribas tiene que ser perfecto.
Ni tampoco bonito ni estético ni lógico. Seguramente escribirás tus notas con letra apresurada y con ideas confusas. Y tus blogs y tu diario personal no sean tan excelentes y parezcan más un monólogo interior que otra cosa. Ese proceso caótico forma parte de la vida de cualquier escritora. Tu trabajo es ordenarlo después y ahí es donde te conviertes en una escritora de las buenas. Hay que perder el miedo a escribir cosas malas porque lo vas a hacer sí o sí. Tienes que tener textos propios que te den vergüenza ajena leerlos, hilos narrativos que no van a ninguna parte, personajes planos y alguna que otra errata. Y no pasa absolutamente nada. La segunda vez saldrá mejor, pero tiene que haber una primera vez para ello. Puedes criticar a la adolescente que escribe fanfiction en Wattpad, pero oye, al menos ella se ha puesto a escribir, le ha dedicado tiempo y ahora tiene un público y tres best sellers.
3. Escribir requiere tiempo y esfuerzo.
Aunque sea un mínimo. No es un camino de rosas, pero tampoco una tortura eterna. Habrá momentos en los cuales disfrutes de la compañía de tus personajes y te de el pequeño subidón de creerte un pequeño dios creador de universos, pero también te vas a sentir frustrada cuando las cosas no salgan como tú quieres. Y habrá horas de trabajo que terminarás desechando. Pero es parte del proceso y, créeme, todas esas emociones terminarán ayudándote a entender mejor los sentimientos y las frustraciones humanas y, por tanto, a tus personajes. Siéntelo, tómate un descanso y vuelve a intentarlo. Aunque tus mundos y tus historias imaginadas estén dentro de tu cabeza, eso no significa que no puedan estar fuera de tu zona de confort cuando necesites descansar.
4. Los principios suelen ser difíciles.
Así que deshazte de ellos lo más pronto posible. Escribe las primeras páginas, ódialas, tíralas y vuélvelas a escribir. Te empezarán a salir mejor, de eso no hay duda, pero para ello tienes que tener un primer borrador.
Si te dan miedo las páginas en blanco, escribe en la primera línea adjslkdjksl y continúa escribiendo tu historia en la segunda línea. También puedes escribir tu idea como si se la estuvieras contando a tu colega, en plan “tía, se me acaba de ocurrir una historia súper loca…” pero en un documento de word.
5. Leer siempre.
Todavía recuerdo a aquel muchacho que ganó un concurso de poesía y dijo que él no leía poesía. Y si lees sus poemas te darás cuenta de esa carencia tan enorme que tenía. No puedes ser escritora sin ser lectora primero. Es importante sacar tiempo para escribir, pero más importante es encontrar un hueco para leer. Aparte de los beneficios que ya de por sí te aporta como lectora, como escritora también te ayudará a entender mejor qué historia quieres escribir y cómo quieres transmitirla. Es decir, es una fuente de inspiración para encontrar nuevas ideas y un manual donde puedes aprender muchísimo sobre teoría y técnicas narrativas puestas en práctica. Tan solo pregúntate "¿Por qué me gusta/no me gusta este libro?" y sabrás a qué público quieres dirigirte y cómo contar tu historia.
6. Utiliza las herramientas que usan otros autores.
Yo pensaba que escribir era sentarte y hala, te sale la historia. Pero la realidad no es esa ni mucho menos. Hay que aprender a organizar no solo tu tiempo, sino también todo el proceso. Divide tu historia en escenas y en actos, planea una trama sólida, construye unos buenos personajes. Hay muchos manuales de escritura y teoría literaria. Sí, no te van a convertir en una genia (tú ya lo eras de antes), pero al menos harán que entiendas la ciencia detrás del storytelling. Y es un buen comienzo si no sabes por dónde empezar. Créeme, al principio no todos somos conscientes de los errores tan primerizos que cometemos, y estos manuales te ayudarán a verlo.
7. Escribe sobre lo que te gusta.
A veces nos embarcamos en proyectos literarios que no nos terminan de convencer pero que están de moda y tal vez te puedan ayudar a conseguir lectores rápidamente. No escribas y te adentres en un mundo en el que no estés cómoda. Escribir un libro es un proceso largo, así que elige un tema que te interese, porque te pasarás muchísimo tiempo hablando de ello. Por poner un ejemplo, si a mí no me interesa el tema de los dinosaurios, posiblemente nunca escriba un libro donde jueguen un papel importante, porque claro, tendré que invertir tiempo muchísimo tiempo en algo que no disfruto.
8. Documéntate.
No escribas sobre algo que no conozcas de nada porque el lector se va a dar cuenta. Documéntate bien antes de empezar a escribir una novela sobre un tema o una época de la que no sepas mucho. Es un proceso que se puede hacer un poco pesado, pero definitivamente merece la pena, no solo porque tu libro será más consistente, sino también porque es divertido y muy interesante aprender cosas nuevas sobre un tópico diferente. Investiga, lee libros, visita lugares nuevos, habla con la gente y entrevístalos. Es una oportunidad perfecta para expandir tus conocimientos.
9. Los lectores llegarán.
Aunque no puedo decir lo mismo del dinero, actualmente con internet sí que puedes encontrar lectores. Solo hay que saber cómo usar las redes sociales y las diferentes plataformas que hay para poder publicar y promocionar tu libro. Y ten mucha paciencia, no todo llega de golpe. Tienes que ir construyendo tu perfil como autora e ir atrayendo a tus lectores potenciales. Lo bueno es que, mientras esperas, puedes seguir creando nuevos mundos literarios para tus futuros lectores.
10. Nunca es tarde.
Solo con la práctica llegarás a ser buena, pero para eso necesitas antes pasar años escribiendo. Si yo no hubiese dejado de escribir en mi juventud, ahora mismo tendría 10 años de experiencia extra. No quiero que esos 10 años se conviertan en 20, por eso me prometí a mí misma no abandonar la escritura nunca más.
Y este post es la señal que tú necesitabas para no cometer el mismo error que yo hice. No lo pienses dos veces: vete y ponte a escribir ese libro de una vez por todas.
Al menos escribe la primera línea. El resto vendrá a solo.
Con mucho amor,
Patricia.
Coincido con tu pasión por la literatura (si no de la cuna, casi) y con tu amor por los gifs. Qué habría sido de nosotros entonces si plataformas como esta ya existieran.
Los consejos, excelentes. Leer siempre, mantra. Escribir? 99% transpiración, 1% inspiración.
Por cierto, la _gran_ pregunta es… ¿Cómo se pronuncia gif?
Woww me identifiqué tanto con el principio de tu news. Sí a todo lo que has dicho y sobre todo a que no pierdas más el tiempo y escribe de una vez esa novela👌